jueves, 15 de septiembre de 2016

Las fronteras del ego


En la entrada anterior El yo observador ¿Quién es o puede ser? decíamos lo siguiente:
"Pero yendo más allá, el Yo observador nos lleva a saber quiénes somos. Lo hace mostrándonos lo que no somos.  Va descartando todo lo externo, todo lo que "fabricamos" hasta llegar al verdadero autor de nosotros mismos.
Todo lo que podemos observar es externo a nosotros, así que es algo que no es nosotros.
Solemos creer que somos nuestro cuerpo, o lo que pensamos, o lo que sentimos, o lo que hacemos, lo que hablamos, lo que estudiamos, etc. Por eso para describirnos a nosotros mismos tenemos que ennumerar características, gustos, tendencias, etc."

Esta visión de nuestra personalidad dividida, fragmentada, esparcida, rota, de nosotros mismos,  está producida y gobernada por nuestro ego, que se personifica en los múltiples yoes que vamos representando y que asumen el control  de nuestros pensamientos, emociones y acciones.


by Anna Hepler
Necesitamos al ego para vivir en este mundo, él es el encargado o el medio o la herramienta que nos ayuda a hacerlo, es el que debería representar nuestra verdadera personalidad, permitiéndonos relacionarnos con nosotros mismos y los demás desde nuestra esencia real.
Pero el problema empieza cuando el ego, en vez de estar al servicio de nuestro verdadero Ser y permanecer como su representante y embajador, pasa a estar separado de nuestra esencia, autogestionándose a sí mismo para la supervivencia de sí mismo, y haciéndonos creer que seguimos siendo Nosotros los que estamos representados en él y los que controlamos nuestra vida, cuando es él quien lo hace.

El ego digamos "fragmentado, alterado", es el que al "mirar" hacia afuera, en vez de ser un sencillo observador o compañero, se identifica o no con lo externo y actúa condicionado por ello, necesitando mutar ante cada diferente situación, para "salvarse" en cada una de ellas.
(Os dejo unos enlaces de David Topí, donde  nos describe más ampliamente a ese ego fragmentado al servicio de sí mismo por si os interesa:  Entendiendo al egoLos arquetipos del ego,   Evaluación de los arquetipos del ego.)

La consecuencia primera de esa entrega de control a nuestro ego es la separación. Nos separa de nuestro Ser, de nuestro cuerpo espiritual, dificultando o impidiendo que seamos conscientes de nuestra esencia y de  la de todo lo que nos rodea. Vive prisionero en la densidad física de la materia y en los pensamientos y emociones condicionados por ella. La consecuencia segunda, generada por la primera, es que nos separa del resto de seres vivos, humanos y no humanos.

El ego alterado al estar separado, se siente solo y tiene que luchar para no estarlo.

Tiene miedo a no sobrevivir, a que "le quiten" su lugar en el mundo y hará todo lo necesario para que eso no suceda. Pero al haber hecho de lo externo sus referencias,  siempre vive luchando, estableciendo y marcando las diferencias con todo lo que le rodea. Es su manera de "saber quién es" y que existe,  identificarse en comparación con otros para prevalecer. Persigue diferenciarse de los otros egos basándose en el juicio, soy más o menos que... mejor o peor que... mío.. tuyo...etc.
El ego alterado, al no tener un sentido de pertenencia interno, adopta creencias y roles preestablecidos, pensando que le ayudarán  a pertenecer a algún grupo formado por seres similares a él o que concuerdan con sus objetivos, donde se sentirá seguro.
Pero el problema que tiene es que todo lo externo es cambiante y hoy es y mañana tal vez no, por eso tiene que batallar continuamente para conseguir, ganar, tener, conservar, etc. y cuánto más consiga, gane, tenga, conserve, etc. más seguro y mejor se sentirá a la vez que siempre estará insatisfecho. Por eso compite, ataca o se siente atacado, se defiende, etc. Necesita  limitar su territorio y poder decir, hasta aquí soy yo y desde aquí eres tú. Esas fronteras que establece son las que generan todos sus conflictos con él mismo y con los demás.
Precisa de individualidad férrea o pertenencia a grupo para poder estar en el mundo y defenderse en su trinchera. Mientras que a medida que vamos consiguiendo que nuestro ego sea en unión y  esté al servicio de nuestro verdadero Ser, vemos que es capaz de ir alineando nuestra personalidad con nuestra esencia y que vamos integrando nuestra singularidad con nuestro entorno, siendo, estando y compartiéndonos a Nosotros Mismos en el respeto y la cooperación.


by Richard Long
Si esto lo trasladamos a nuestro mundo y nuestros países, podemos ver que llevamos siglos funcionando igual. Ponemos fronteras para separarnos, en vez de disfrutar de las diferentes razas y culturas e integrarlas. Formamos grupos de poder. político, religioso, cultural, económico.  Nos armamos por miedo a que nos invadan. Invadimos... y un largo etc. que todos podemos reconocer si queremos.

Para mí la conclusión más importante, es que si queremos una nueva tierra de paz, sabiduría, amor y alegría, la única manera de conseguirlo es que cada uno de nosotros vaya haciendo su cambio personal, reconociendo nuestro verdadero Ser y poniendo nuestro ego a su servicio.
 De esa manera podemos ir creando círculos más armoniosos en nuestro entorno que se podrán ir expandiendo.

Un abrazo desde el corazón


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