Hacia mediados del año 2013, llegó a mí un video que tenía relación con todo esto que os cuento, hablaba de nuestra separación de la fuente, dios,o como lo queráis llamar, hablaba de nuestro poder personal y hablaba de una nueva tierra. Me intrigó porque resonó conmigo, y empecé a buscar información sin en verdad saber muy bien qué estaba buscando, pero me llamaba tanto la atención que dejé de pintar para pasarme todas las horas del día viendo videos, conferencias y leyendo libros y artículos de blogs. Los videos y conferencias hablaban del significado de la conocida fecha del 21 de diciembre del año 2012, del fin de los tiempos, de la nueva energía y de cómo nos podía afectar. Hablaban de las grandes preguntas de siempre, ¿quiénes somos?,¿de dónde venimos? ¿para qué estamos aquí?, etc., del despertar, de una nueva humanidad en esa nueva tierra, de que somos energía, de dimensiones, densidades y vibración energética, de nuestro poder interior, del origen del universo y del hombre, de mundos simultáneos, del tiempo lineal y del no tiempo, de aborígenes y su unión con la tierra, de culturas ancestrales y su conexión con mundos superiores, de ángeles y demonios, de extraterrestres, de la reencarnación, de sistemas de control de masas, del nuevo orden mundial, etc. y una lista interminable de cursos y nuevas terapias, que pretendían ayudar a que nuestro valioso ser resurgiera como el ave fénix.
Como es lógico podéis imaginar que cada persona daba su opinión respecto al tema que trataba, así que empecé a descartar todo aquello que sin saber por qué me chirriaba y a quedarme con lo que me resonaba. Cada día me sentía más "abducida" por el "tema". Tenía la certeza de que algo estaba pasando en el mundo y de que era bueno. Todo había empezado a cambiar conmigo incluída y me sentía muy excitada con el descubrimiento. También iban pasando por mí libros y artículos de magia, alquimia, de escuelas de misterio, de canalizadores, libros de metafísica que explicaban quiénes somos y lo que eso significa, de científicos de vanguardia que enfrascados en la física cuántica desmantelaban los antiguas paradigmas, biólogos celulares que aseguraban que no éramos víctimas de nuestro ADN, médicos occidentales que empezaban a contemplar o tenían la certeza de que nuestras enfermedades eran un efecto de nuestros desequilibrios mentales y/o emocionales y un largo etc.
Hice lo mismo que con los videos, descarté y seleccioné.
En principio no fuí capaz de elaborar una síntesis con toda esa información. Pero lo que mi corazón me decía una y otra vez era que todo el universo estaba confabulado para que pudiéramos empezar a despertarnos de un sueño en el que estamos inmersos. Un sueño dominado por el miedo y dónde habíamos entregado nuestro poder a "agentes externos", donde "nuestras" creencias no eran nuestras, ni nuestros gustos ni nuestros empeños. Donde utilizamos infinidad de máscaras que ocultan nuestro corazón. Un sueño de enfrentamientos y competición. En ese sueño todo estaba manipulado para impedir que se nos ocurriera Ser quién en verdad somos y podemos ser.
Sentí que había llegado la hora de saber que "vivimos" dormidos y empezar a despertarnos. Eso era lo que significaba "el fin de los tiempos" que anunciaron Los Mayas. Era un nuevo ciclo que nos daba la oportunidad de saber quiénes somos en nuestra singularidad y que al sumarnos, daría como resultado La Nueva Humanidad. Que el mundo real era un mundo de amor, paz, alegría, sabiduría, voluntad, cooperación, compasión y había una Nueva Tierra para ese mundo.
Cada uno de nosotros podía elegir formar parte de él.
Muchas cosas empezaron a cuadrar y pude colocar las primeras piezas de mi puzzle.
Sabía que era un camino sin fin, emocionante y bello y comencé a dar mis primeros pasos. Desde entonces es el motivo de mi existencia.
Como es lógico podéis imaginar que cada persona daba su opinión respecto al tema que trataba, así que empecé a descartar todo aquello que sin saber por qué me chirriaba y a quedarme con lo que me resonaba. Cada día me sentía más "abducida" por el "tema". Tenía la certeza de que algo estaba pasando en el mundo y de que era bueno. Todo había empezado a cambiar conmigo incluída y me sentía muy excitada con el descubrimiento. También iban pasando por mí libros y artículos de magia, alquimia, de escuelas de misterio, de canalizadores, libros de metafísica que explicaban quiénes somos y lo que eso significa, de científicos de vanguardia que enfrascados en la física cuántica desmantelaban los antiguas paradigmas, biólogos celulares que aseguraban que no éramos víctimas de nuestro ADN, médicos occidentales que empezaban a contemplar o tenían la certeza de que nuestras enfermedades eran un efecto de nuestros desequilibrios mentales y/o emocionales y un largo etc.
Hice lo mismo que con los videos, descarté y seleccioné.
En principio no fuí capaz de elaborar una síntesis con toda esa información. Pero lo que mi corazón me decía una y otra vez era que todo el universo estaba confabulado para que pudiéramos empezar a despertarnos de un sueño en el que estamos inmersos. Un sueño dominado por el miedo y dónde habíamos entregado nuestro poder a "agentes externos", donde "nuestras" creencias no eran nuestras, ni nuestros gustos ni nuestros empeños. Donde utilizamos infinidad de máscaras que ocultan nuestro corazón. Un sueño de enfrentamientos y competición. En ese sueño todo estaba manipulado para impedir que se nos ocurriera Ser quién en verdad somos y podemos ser.
Sentí que había llegado la hora de saber que "vivimos" dormidos y empezar a despertarnos. Eso era lo que significaba "el fin de los tiempos" que anunciaron Los Mayas. Era un nuevo ciclo que nos daba la oportunidad de saber quiénes somos en nuestra singularidad y que al sumarnos, daría como resultado La Nueva Humanidad. Que el mundo real era un mundo de amor, paz, alegría, sabiduría, voluntad, cooperación, compasión y había una Nueva Tierra para ese mundo.
Cada uno de nosotros podía elegir formar parte de él.
Muchas cosas empezaron a cuadrar y pude colocar las primeras piezas de mi puzzle.
Sabía que era un camino sin fin, emocionante y bello y comencé a dar mis primeros pasos. Desde entonces es el motivo de mi existencia.
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